Vivimos en un mundo de diestros. Las cosas están diseñadas para ser manipuladas por la derecha. Esto es lo que piensan los creadores de Manozurda, una pequeña tienda del centro de Madrid donde se venden recortables, artículos de papelería y, sobre todo, productos para zurdos. Odalys Hernández, cubana de nacimiento, es una de las socias fundadoras de la empresa. Nos cuenta que la idea de crear este negocio surgió tras coincidir varias personas zurdas en la misma compañía para la que trabajaba. «Yo no soy zurda, pero hubo un momento en que en nuestro grupo se juntaron más de dos compañeros que sí lo eran«. Eso inició el debate.

A esto hay que añadir que hasta 2005, año en que se constituyó la empresa, habían sido pocos los intentos de comercializar artículos especialmente dirigidos a este colectivo. «Hoy podemos encontrar algunas tiendas que venden determinados productos, pero no hay ninguna que tenga el catálogo de que disponemos nosotros, por este motivo a veces actuamos incluso de mayoristas», explica Odalys, para quien internet ha contribuido enormemente a la difusión del negocio en el último año. «En los buscadores más conocidos salimos en puestos de cabeza con sólo introducir la palabra clave».

A través de su página web, objetos como cuchillos, plumas, abrelatas, sacacorchos, reglas, tijeras o sacapuntas (estos últimos los artículos más vendidos) se pueden adquirir desde cualquier punto de España, lo que significa que «ya no es sólo un fenómeno de venta en la tienda, sino que va más allá».

Iniciativa particular

Manozurda ha podido convertirse en una realidad gracias, únicamente, a la iniciativa de sus promotores. Sin ninguna ayuda estatal pero con una gran dosis de esfuerzo, desde el principio quedó claro que para su constitución era indispensable disponer de capital privado. Resulta curioso que el hecho de encontrar un local vacío con una renta baja fuera lo que les animó a poner en marcha toda la maquinaria. «Consideramos que era una buena oportunidad y nos lanzamos a crear la empresa. Si esto no hubiera ocurrido, seguramente habríamos tardado un poco más».

Ahora, después de casi dos años, Odalys se muestra satisfecha. «Los objetivos que nos hemos ido planteando los vamos alcanzando. En el trimestre pasado tuvimos un buen volumen de ventas, pero en los meses anteriores la demanda fue más baja. Hay que tener en cuenta que llevamos muy poco tiempo y que estamos todavía en una fase de consolidación. Será un proceso que llevará mínimo un año más».

La tramitación necesaria para convertir la empresa en sociedad limitada no ha sido especialmente complicada. «En los organismos públicos nos han atendido muy bien. En un primer momento no sabíamos qué hacer y en Hacienda nos informaron de todos los pasos», reconocen sus dueños. Todavía hoy se extrañan de que no tuvieran que contratar los servicios de una gestoría para solicitar el alta fiscal y las licencias obligatorias.

Visión de futuro

Aunque la mayor oferta reside en los productos escolares, hasta el momento son los familiares o amigos de zurdos quienes copan los pedidos principales. «Donde resulta más interesante el producto para zurdos es en los niños en edad escolar, aunque hasta la fecha nuestro punto débil está en la venta directa a colegios», comenta Odalys Hernández. De ahí que éste se haya convertido en uno de sus objetivos para 2007.

Más ambicioso, si cabe, es para los creadores de Manozurda conseguir que estos objetos dejen de ser un artículo de lujo y puedan adquirirse a unos precios asequibles. Para ellos, las razones que propician este fenómeno son varias: hay pocos fabricantes que consideren rentable los productos para zurdos; la maquinaria debe adaptarse; la producción de cada artículo es más baja; en muchos casos son productos importados; la demanda es baja; la sociedad no tiene en cuenta las necesidades específicas de este colectivo.

Más información:

Manozurda
www.manozurda.es
info@manozurda.es

© Laboris