Los spa son beneficiosos para la salud, nos relajan y ayudan a eliminar el estrés de nuestro cuerpo. Por esa razón cada vez más personas van a este tipo de lugares para su bienestar.

Acudir de vez en cuando a un spa es toda una inversión para nuestra salud, ya que ofrecen beneficios a nivel físico, psicológico y estético. Ir al spa es un momento de relajación total, donde no sólo podemos recibir tratamientos para nuestra belleza exterior sino que también para nuestro interior.

Los masajes sirven para estimular físicamente a nuestro organismo con grandes beneficios tanto biológicos como psicológicos. Una buena sesión de masaje nos ayudará a dormir y a tener un sueño más relajado. Además, nos reducen el estrés y nos cargan de pensamientos positivos mejorando nuestro aspecto físico.

En los spa hay profesionales encargados de garantizar que los masajes sean lo más placenteros posibles. Por tal motivo, uno de los perfiles más valorados en un spa es el masajista.

Si te animas a convertirte en masajista, debes saber que puedes especializarte en distintos tipos. Los Centros de Formación preparan a sus alumnos en los principales tipos de masajes pero también puedes optar por especializarte en sólo una corriente.

Estos son los principales tipos de masajes: Tailandés, Shiatsu, linfáticos, anticelulíticos, terapéuticos, Quiromasajes, Chocolaterapia, orientales, relaxpara embarazadas, tántrico y para bebés.

Si haces un curso de masajista estarás preparado para trabajar en un SPA.

Sigue a Lectiva enFacebook, Twitter, Google+, Youtube y LinkedIn

? Notas relacionadas en Lectiva:

Prepárate para trabajar en un SPA

Medicina alternativa: bienestar corporal y estética reductiva

¿Quieres trabajar como masajista?