La formación y actualización es una constante en el mundo laboral. Hoy más que nunca, contar con trabajadores con conocimientos frescos otorga el rasgo diferencial entre una empresa se diferencia de su competencia. La formación in company o formación para empresas apunta hacia el crecimiento del recurso más valioso en toda compañía: sus trabajadores.

Años de estudios en el área de productividad y recursos humanos demuestran que una inversión en formación hecha dentro de la empresa tiene un retorno en la productividad mayor que el de otros tipos de formación. Una de las razones es que, al asumir cursos de formación dentro de la empresa, éstos están especialmente diseñados para otorgar a los trabajadores herramientas con las que puedan trabajar a diario, volviendo sus tareas más fluidas y mejorando el resultado de todo un equipo.

Otro de los beneficios de la formación para empresas es que muchas veces cuentan con subvenciones y por ello no suponen un desembolso significativo, considerando que el 100% de la inversión está hecha sobre el propio negocio. Además, otorgar facilidades de crecimiento en la propia empresa motiva y estimula a los trabajadores, lo cual también incide en la productividad de todo un equipo o área.

Comunicación entre los trabajadores

Un aspecto fundamental, pero con frecuencia poco valorado de contratar formación in company es el fomento de las relaciones sociales y el “networking” entre diversas áreas o miembros de equipo. Compartir el know how es, desde hace años, una práctica habitual entre las empresas punteras de diversos sectores. La premisa de que no existe innovación sin un entorno que fomente el aprendizaje transversal y el enriquecimiento compartido de la experiencia, está cada vez más arraigada como uno de los valores en organizaciones caracterizadas por su éxito en la gestión interna y externa.