Aunque no engorda, el cabello también necesita una dieta equilibrada a base de frutas, verduras y mucha agua.

Siempre que nos ponemos a dieta tenemos en cuenta eso de hacer ejercicio de forma continuada, eliminar grasas, aumentar el consumo de frutas y verduras, beber mucha agua… En definitiva, intentamos seguir al pie de la letra hábitos saludables. Bueno, pues con el pelo tenemos que hacer lo mismo. No engorda (gracias a Dios) pero también requiere de unos cuidados y, lo más sorprendente, que éstos no difieren de los que precisa nuestro cuerpo.

 

¿Sabías que el aceite de oliva es muy bueno para nuestro cabello? ¿Te habían contado alguna vez que la ansiedad puede acabar con él? Pues sí, y con ello no te estoy diciendo que te embadurnes con aceite, sino que cuides bien tu alimentación.

Una dieta pobre es igual a un pelo sin vida. Los expertos en estética y nutrición aseguran que la fruta, verduras, los productos ricos en proteínas, como el queso, la leche o el huevo, los frutos secos y los aceites de oliva, soja y girasol son perfectos para tener una cabellera brillante. Mientras que el alcohol y el exceso de grasas la perjudican.

Hay personas que tienen el pelo muy graso o demasiado seco. Para ellos hay ‘dieta milagro’. Se consigue reducir la grasa en el cuero cabelludo con un consumo moderado de lípidos y, por otro lado, se frena la sequedad con una alimentación rica en frutas, ensaladas y cereales integrales.

 

• El cabello también se estresa

 

Seguro que has escuchado alguna vez a una mujer que acaba de dar a luz que se le cae mucho el pelo, esto sucede. En general, los cambios hormonales hacen que el cabello se debilite. También les sucede esto a las personas que tienen ansiedad y estrés. Pero no sólo hay caída también se puede producir un incremento de grasa.

 

• ‘Túnel’ de lavado

 

Hay personas que creen que lavarse el pelo todos los días lo perjudica, esto no es cierto. Lo ideal es hacerlo siempre que uno quiera. Como en todo, aquí también hay trucos: antes de mojarlo, hay que cepillarlo bien, después lo óptimo es echarle champú una o dos veces. Para extenderlo evita usar las uñas y emplea las yemas de los dedos, lo mejor es masajearlo empezando por la raíz. En esta zona hay que entretenerse más porque es la que más suciedad acumula. Antes de aclarar, usa el acondicionador. Es un producto muy bueno porque hidrata el cabello. Finalmente, el aclarado conviene hacerlo con agua templada o fría y sin estrujarlo. La razón por la que no se emplea caliente es porque lo reseca y resta brillo, además, abre las cutículas del pelo. Si no te lo quieres secar al aire, usa el secador pero nunca antes de que lo hayas secado bien con la toalla. Para evitar que se te caiga mucho con el cepillado, usa el peine con el pelo seco.

 

• Crece más en verano

 

Es cierto. El pelo crece más en verano que en invierno, asimismo, gana milímetros en zonas cálidas que en las gélidas. Así que, si quieres que tu cabellera aumente su ritmo de crecimiento y en tu zona de residencia no hace, precisamente, calor, múdate.

La verdad es que hacer las maletas es la única solución para los que añoren una larga melena porque no hay milagros que hagan que el cabello crezca rápido. Bueno, hay gente que dice que sí, que está el milagro de la vida. Para que nos entendamos, hay quien piensa que durante el embarazo aumenta el ritmo de crecimiento. Solución: quédate en estado.

 

Por otro lado, hay cosas que frenan su desarrollo, como una alimentación desiquilibrada, el estrés o la ingesta de medicamentos.

 

¿Cómo me lo corto?

 

Año nuevo, cabellera nueva. Si has pensado cambiar de look a base de tijeretazo, te aconsejamos que no te lances y que tengas muy en cuenta tu rostro. Y es que a una cara redonda no le sienta igual de bien el corte que le favorece a una triangular.

A los rostros cuadrados les favorecen las melenas no muy largas y con volumen, que se consigue con un corte capeado. No les sientan mal los flequillos largos y despuntados. Es preferible evitar los recogidos.

 

A las personas que tienen una cara estrecha y barbilla marcada se les dice que tiene un rostro con forma de avellana. A ellas les sientan bien un buen número de capas y un corte a la altura del mentón.

 

Las caras redondas se afinan con un peinado en el que el protagonista sea el pelo lacio. Lo mejor es cortarlo por debajo del hombro, escalado y terminando en pico. El flequillo no es muy idóneo para esta forma del rostro.

 

Si lo es, en cambio, para los triangulares porque atrae las miradas a ese punto. A las personas con esta forma también les sienta mejor el pelo muy corto y con mucho volumen.

A los rostros rectangulares les conviene un peinado que les estilice, por lo que es apropiado el volumen y movimiento en la parte superior de la cabeza. El pelo suelto les sienta mejor que el recogido.

 

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