¿Piensas que la leche y el tónico sólo se utilizan después del maquillaje?. Una piel perfecta no sólo se consigue con una buena hidratación. Toma nota para este año

Limpiar, tonificar e hidratar son los tres pasos básicos para conseguir una piel bonita, sana y equilibrada. Quedémonos con los dos primeros.

Poros abiertos, líneas de expresión, tirantez… son algunas de las principales preocupaciones que afectan al rostro. Preocupaciones que, en mayor o menor medida, pueden prevenirse o retrasarse con una buena limpieza diaria.

 

Sin embargo, no todas las pieles son iguales y, por tanto, no pueden hacer uso de los mismos productos. Hay que elegir los más adecuados al tipo de piel, siempre teniendo en cuenta, si podemos elegir, la textura que más nos gusta:

 

Piel normal. Éste es el tipo de piel que más juego ofrece. En el primer paso, la limpieza, se pueden emplear tanto leches desmaquillantes como geles. En este último caso, se consigue limpiar y desmaquillar el rostro del mismo modo que utilizando una leche. Respecto a los tónicos, y a pesar de que las pieles normales no ofrecen muchos problemas, es conveniente elegirlos sin alcohol.

 

Piel seca. La limpieza se puede hacer, en este caso, con una mousse, un producto de suave textura que limpia sin agredir la piel; aunque también pueden emplearse leches especiales para piel seca. A la hora de tonificar, hay que elegir una loción específica, sin alcohol, que conseguirá limpiar la piel a la vez que la hidrata y aporta comodidad.

 

Piel sensible. Y si el confort es importante para la piel seca, no menos lo es para una piel delicada. Su limpieza es muy parecida a la de las pieles secas que, por lo general, también son sensibles. Para limpiar, se puede echar mano igualmente de leche o mousse específica para piel sensible. Además de los tónicos sin alcohol y con extractos naturales orientados a limpiar y calmar, existen brumas que ejercen las mismas funciones. Sin embargo, este tipo de productos se pueden aplicar no sólo después de la limpieza, sino también en momentos de reacción cutánea.

 

Piel grasa. Para este tipo de piel, que también suele ser muy sensible, antes de la hidratación existe un paso que se suma al de limpiar y tonificar: purificar. Por lo general, en vez de leches las firmas ofrecen geles, que limpian, desmaquillan y, a la vez, regulan las secreciones sebáceas, proporcionando al rostro una sensación de frescura. También existen leches desmaquillantes para pieles grasas, cuya principal característica es la ausencia de aceites. A la hora de elegir el tónico, hay que inclinarse por los astringentes, que afinan los poros del rostro. Es común que los tónicos indicados para este tipo de piel sean bifásicos; es decir, que estén compuestos de una fase acuosa -que es la que regula, astringe y ayuda a cerrar los poros- y una en polvo, que es la que ayuda a matizar la piel. En definitiva, son productos purificantes y desincrustantes que ofrecen la máxima limpieza y comodidad.

La piel con granos suele ser confundida con la grasa, aunque puede originarse por otros factores, como el calor, el estrés, la humedad… Por ello, para este tipo de piel existen también productos específicos libres de aceites y, además, no comedogénicos.

¿Con prisa?No te preocupes. Son muchas las mujeres que por pereza o por falta de tiempo prescinden de una buena limpieza diaria. Para ellas, se han creado productos que, en un sólo paso, desmaquillan, limpian y tonifican a la vez. Se trata, por lo general, de geles de fácil aplicación que contienen los mismos principios activos que la leche y el tónico y que, aunque también los haya para pieles secas, suelen estar aconsejados.

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