Enseñar a comer a los niños es una ocupación principalmente de los padres. Sin embargo, tan difícil tarea no puede recaer sólo en el núcleo familiar. Cada vez más voces reclaman una educación en nutrición desde las escuelas. Se trata de una demanda social que algunos centros ya empiezan a cubrir. Y es que, a través de juegos, los más pequeños pueden empezar a familiarizarse con la buena alimentación. ¿Se convertirá la nutrición en una asignatura escolar?

En las últimas décadas la alimentación en España ha cambiado de forma radical. Los hábitos son distintos: desde las costumbres sociales hasta el mundo laboral, pasando por los horarios y la oferta del mercado alimentario… todo ha cambiado. Y no sólo eso, sino que, además de ser distinto, se ha hecho cada vez más complejo. Así, a la hora de comer, las opciones son tan amplias que cada persona necesita tener unas nociones básicas de nutrición para lograr comer sano. Ya nadie cocina como nuestras abuelas y la dieta mediterránea hay que trabajársela. La velocidad propia de nuestro mundo es difícil de compaginar con una lenta cocina y una tranquila digestión. Los platos preparados, el fast food y la bollería industrial son los grandes enemigos de la salud, pero ni siquiera nos damos cuenta. ¿Qué nos proponen los expertos?

Una cuestión de salud

Recientemente, el cardiólogo Valentí Fuster y el cocinero Ferran Adrià han defendido que las escuelas impartan una asignatura de alimentación. Para ellos ésta sería una herramienta eficaz para combatir la obesidad infantil, en aumento en España. Actualmente en nuestro país sufren obesidad entre un 8% y un 16% de los niños de seis y siete años, una tasa con tendencia a seguir aumentando en los próximos años. En los adultos, el porcentaje de obesos asciende a un 20% mientras que un 30% de la población sufre de sobrepeso. Esta situación va ligada a un aumento de problemas de salud en la edad adulta: hipertensión, colesterol, diabetes… Es por ello que Fuster y Adrià, en representación de los sectores de la salud y la alimentación, han señalado cuál es la clave para prevenir futuros problemas de salud: enseñar a comer correctamente desde las edades más tempranas.

¿Tenemos buenos hábitos?

Seguramente pocos son los que pueden asegurar que siguen unos hábitos alimentarios sanos. Si es así, difícil será transmitirlos a los hijos, puesto que se predica con el ejemplo. Por ello es importante que los centros educativos se empleen a fondo en el tema de la nutrición. De convertirse en una asignatura, los expertos en nutrición serán solicitados por las escuelas, no sólo para elaborar el menú de los estudiantes sino también para transmitirles las nociones elementales que les permitan poder decidir por ellos mismos qué dieta seguir.

Educar, prevenir… y cocinar

La vía más práctica y efectiva de tener una sociedad saludable siempre es la educación y la prevención. Aunque no es fácil, se trata de un esfuerzo muy efectivo que implica la participación de muchos profesionales distintos: desde la difusión de estos mensajes por parte de figuras reconocidas en su ámbito como Adrià i Fuster, hasta la transmisión diaria de los conocimientos necesarios por parte del profesorado en la escuela. No sólo los expertos en dietética y nutrición pueden educar sino que se trata de una tarea de toda la sociedad. De poco sirve repetir incansablemente un mensaje que no llega al receptor. Hay que conectar con el interlocutor. Por ello, en la implantación de una asignatura sobre alimentación en escuelas e institutos también tienen mucho que aportar los expertos en comunicación, así como los pedagogos, los psicólogos y los médicos, junto a los dietistas y, por supuesto, los cocineros. Porque aprender a cocinar forma parte esencial del buen comer. Como señala Ferran Adrià, sería bueno “mentalizar a la población de que se puede ser feliz cocinando en casa y de que podemos llegar a casa a las ocho de la tarde y dedicar media hora a cocinar al mismo tiempo que se ve la tele”. El famoso cocinero está convencido de que “la gastronomía no es ir al Bulli sino comer en casa” y también de que para llevar una alimentación sana no hace falta mucho dinero sino una buena planificación de la compra y de los menús caseros.

¿Un nuevo estilo de vida?

Lograr implantar un nuevo estilo de vida en nuestra sociedad no parece tarea fácil. Sin embargo, el mundo de la enseñanza parece ser el más adecuado para intentarlo. De momento, se han llevado a cabo algunos experimentos piloto en escuelas y en centros de investigación como la Fundación Alicia. El centro de investigación y difusión alimentaria Alicia experimenta con la cocina desde una perspectiva científica. Coordinada por Ferran Adrià, la fundación también ofrece talleres y actividades a las escuelas para aprender a comer bien de una forma lúdica.

Nuevos proyectos

De hecho, Fuster y Adrià promueven varios proyectos de educación en la alimentación que se llevan a cabo en Bogotá (Colombia) y en Madrid, y han anunciado la implementación de otro similar este curso escolar en tres escuelas de Cardona, en Barcelona. Las tres escuelas de Cardona llevarán a cabo actividades para promover hábitos sanos en la alimentación. Estas materias formarán parte del currículo escolar. Tampoco hay que olvidar que, además de una buena dieta, es necesario realizar ejercicio físico para llevar una vida saludable.