La búsqueda de un empleo parece una tarea sencilla pero requiere cierta preparación. Para empezar hay que tener en cuenta que los trabajos que no se anuncian son los que menos candidatos tienen. Por ello hay que intentar localizar este tipo de ofertas. Y la mejor forma de hacerlo es mediante una red de contactos que nos permita estar al tanto de los movimientos de las compañías.

La red de contactos

Es una estrategia bien vista por los seleccionadores, factor del que tienes que beneficiarte. ¿Qué ventajas encuentran las empresas en ella? Que la persona que se les remite está recomendada por alguien de confianza, que se trata de un sistema rápido al no utilizar intermediarios, que se suprimen los costes de publicar un anuncio o contratar a una empresa para que realice el proceso de selección y que la decisión puede tomarse casi en el acto.

Desde tu punto de vista, te beneficias de ofertas de trabajo que nunca se anuncian, tienes grandes posibilidades de adaptarte al puesto ofertado, tienes más oportunidades de conseguir el empleo y directamente estableces un contacto con importantes personas de tu sector, que pueden informarte de las mejores oportunidades.

La mejor manera de crear tu propia red de contactos parte de aprovechar cualquier tipo de relación con la gente que te rodea, pidiéndoles consejo y compartiendo información siempre que puedas. Cuando tengas confianza, entérate de con quién puedes contactar y pide permiso para usar su nombre al establecer el contacto.

Antiguos compañeros de estudios, profesores, tutores, directivos que conozcas, amigos, tus padres y los padres de tus amigos, todos pueden formar parte de tu red de contactos, siempre que conozcan a profesionales del sector al que quieres dedicarte. Lo más importante es decirles que estás buscando trabajo y ver si conocen de alguna empresa en la que busquen a alguien.

Para tener todo bajo control y evitar situaciones embarazosas (como llamar dos veces a la misma persona o no acordarte de quién contesta a tu llamada) conviene que prepares una agenda en la que anotarás todos los datos de tus contactos. Esta información puede serte de utilidad en el futuro, cuando ya estés trabajando.

Directos a las empresas

Si la opción de los contactos no te convence mucho o prefieres no utilizar la ayuda de los demás, puedes buscar un empleo dirigiéndote directamente a las empresas que te interesan. Sin duda, no tendrás dificultad para encontrar diversos listados con las empresas que se mueven en tu sector. Además, puedes leer publicaciones económicas especializadas en tu campo o estar pendiente de las informaciones de las propias compañías referentes a su expansión, el lanzamiento de nuevos proyectos o la apertura de oficinas.

Cuando hayas seleccionado las empresas que más te interesan, tendrás que hacer una buena labor de investigación, para averiguar cuál es la filosofía de la firma o qué buscan en sus nuevas incorporaciones. Las páginas web de las compañías suelen incluir todo este tipo de información.

Por otra parte, no debes olvidar llamar a la empresa para enterarte del nombre de la persona a la que debes enviar tu candidatura. Procura escribir siempre a una persona concreta porque las cartas encabezadas con el tradicional ‘Estimados señores’, denotarán que no has realizado ningún tipo de investigación previa y que dicha misiva es la misma que has enviado al resto.

Para finalizar con éxito todo este proceso, junto con tu currículo incluirás una carta de presentación, en la que explicarás por qué quieres trabajar para dicha empresa y qué les puedes ofrecer. La investigación que has realizado previamente te servirá para adaptarte a las exigencias de la compañía. Para asegurarte de la llegada de tu candidatura, realiza una llamada telefónica a la persona a la que te dirigías e intenta conseguir una entrevista, ofreciéndole más información en el caso de que la necesitase.

Con mediadores

Otra de las alternativas habituales a la hora de buscar un trabajo es acudir a una empresa que se dedique a ello (consultoras, ETTs, agencias de empleo). Si te decides por esta opción, procura seleccionar la que mejor se adapte a tus necesidades y que te ofrezca buenas expectativas.

Las mejores empresas son las que están especializadas en un campo determinado, por lo que tienes que encontrar la que se mueva en el sector en el que quieres trabajar. Su labor parte de la realización de una entrevista para incluirte en una base de datos. A partir de ahí te recomendarán para aquellos puestos a los que mejor te adaptes en función de tu perfil: formación, aptitudes, experiencia laboral, etcétera.

Por último, un buen consejo es que siempre quedes bien con la empresa y sus clientes, llegando puntual a las entrevistas y preparado para las mismas.

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