La entrevista de trabajo supone un intercambio de información entre entrevistado y entrevistador. Porque las preguntas no sólo han de proceder del seleccionador, sino que también tienen que llegar por parte del candidato, situación que le permitirá mostrar su interés hacia la compañía y hacia el puesto de trabajo ofertado.

Pero vayamos por partes. Lo primero es centrarnos en la faceta más tradicional de cualquier entrevista. Es decir, aquella en la que contestamos las preguntas que se nos formulan. La consultora Adecco, a través de su línea Finance & Legal, ha elaborado una ‘Guía para entrevistas exitosas’ donde ofrece una serie de consejos muy útiles para superar esta fase del proceso. La recomendación más importante realizada desde la firma es la de prepararse este encuentro con antelación, para que no nos quedemos en blanco o contestemos lo primero que nos venga a la cabeza, que no siempre ha de ser lo más adecuado.

Una de las cuestiones más habituales es la que hace referencia al abandono del puesto. En este caso, en Adecco recomiendan no mostrarse negativo. Una buena respuesta sería: «Me gusta mi trabajo pero estoy deseando expandir mis conocimientos y adquirir más posibilidades. Estas oportunidades no existen en mi empleo actual».

Otra de las preguntas más usuales es la relativa a tu aportación a la empresa que oferta el puesto. Es el momento adecuado para que muestres toda tu motivación y determinación, aunque tampoco conviene excederse con promesas de futuro.

Bien preparado

Cuando llega la hora de que tú hagas las preguntas también es conveniente que las prepares con antelación. Un buen método para informarte sobre la compañía en cuestión es visitar su página web e investigar sobre su actividad.

Algunas de las cuestiones recomendadas desde Adecco son: ¿cuál es la principal prioridad de los próximos seis meses y cómo podría una persona como yo ayudar a conseguirlo?, explíqueme cómo es un día normal, ¿cuáles son las tres características principales que busca en un candidato?, ¿cree que encajo en su empresa?, ¿en qué posición estoy comparado con el resto de solicitantes? o ¿qué implica su proceso de entrevistas?

Un tema espinoso

Uno de los puntos en el que, sin duda, mostrarás más interés es el relativo a la remuneración. Este tema debería salir del entrevistador. Si no es así, el candidato lo sacará a relucir, aunque no quedará muy bien hacerlo a la primera de cambio o en el primer encuentro.

En la guía de Adecco también se ofrecen algunos consejos respecto a este punto. Así, has de saber que la mayoría de las compañías busca realizar una oferta justa, consecuente con la estructura salarial existente en la empresa para dicho puesto, sin dejar de ofrecer un incentivo para que el profesional cambie de trabajo.

Las expectativas respecto a este punto han de ser lo más ajustadas a la realidad que se pueda. «Los días en que se conseguían aumentos del 20 y 25 por ciento en el salario se han acabado. La inflación continúa estando a un bajo nivel histórico y las empresas siguen centradas en mantener la consistencia en la estructura salarial», señalan.

Ante la pregunta de qué salario esperas, es mejor evitar una cifra exacta. Se debe decir lo que se cobra en el puesto actual y mostrarse abierto a ofertas competitivas. De esta forma el candidato no se infravalorará ni se sobrevalorará.

Dejar a un lado la improvisación

La entrevista de trabajo no constituye un buen momento para andar improvisando. Es más, todo debería llevarse preparado, para conseguir dejar la mejor impresión posible.

En Adecco ofrecen una serie de recomendaciones orientadas hacia tres áreas diferentes: la empresa, el puesto y el candidato.

Para averiguar todo lo posible sobre la empresa, nada mejor que acudir a las diferentes fuentes de información que tienes a tu alcance: la persona que se pone en contacto contigo, internet, publicaciones periódicas y especializadas del sector, informes anuales, amigos y personas relacionadas con la compañía.

Para conocer el puesto, es conveniente realizar preguntas acerca del mismo: cuál es su misión, principales funciones y tareas, competencias que se requieren, nivel de responsabilidad, a quién se encuentra subordinado, etc.

Para que el candidato se conozca a sí mismo tendrá que realizar una revisión completa de la vida profesional: fechas, cargos, responsabilidades, logros, puntos fuertes y débiles, últimos cargos, primeros años de profesión, etc.

Cuando el teléfono actúa como mediador

Muchas empresas optan por realizar una primera entrevista telefónica, con la que consiguen un acercamiento al candidato, que les permite saber si pasará a la siguiente fase: la del encuentro cara a cara.

Para evitar la improvisación, nada mejor que intentar acordar una hora en la que te puedan llamar. De esta forma, el entrevistado buscará un lugar tranquilo donde sentarse, evitando posibles distracciones (como música o conversaciones de fondo).

La entrevista telefónica ha de realizarse igual que si fuera en persona, sin considerarla de menor importancia. Si, durante la misma, se sonríe, la persona que se encuentra al otro lado percibirá el entusiasmo del candidato.

En Adecco también recomiendan que, si se espera recibir una llamada de este tipo, el resto de personas que convivan con el candidato esté advertido de que contesten correctamente al teléfono, además de recoger cualquier mensaje. Para ello, nada mejor que tener un bloc junto al teléfono para anotar lo que sea necesario.

Y una última recomendación: aprovechar esta conversación telefónica para fijar un encuentro en persona.

No hay que olvidarse de…

La guía de Adecco también facilita una serie de consejos generales para aquellas personas que vayan a acudir a una entrevista:

– llegar pronto.

– apagar el móvil.

– rellenar, de forma pulcra y en su totalidad, las solicitudes que se le entreguen al candidato.

– mostrar entusiasmo respecto al cargo y la empresa.

– mostrarse positivo sobre los motivos para dejar el actual puesto de trabajo u otros anteriores.

– responder de forma sincera.

– llevar una copia extra del currículo, aunque lo hayamos enviado.

Y también se muestra una lista de puntos que deberían evitarse, como los siguientes:

– discutir el sueldo o los incentivos.

– responder a las preguntas con un ‘sí’ o un ‘no’, solamente.

– divagar en las respuestas.

– hacer comentarios despectivos sobre los superiores.

– comentar al seleccionador qué es lo que puede hacer por ellos y no lo que ellos pueden hacer por el candidato.

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