Convertirse en doctor significa dedicar media juventud al estudio. Primero es necesario cursar una carrera que permita la obtención de un título de licenciado, arquitecto, ingeniero o equivalente. Luego se inicia el doctorado con un período de docencia de al menos dos años.

El paso siguiente es la fase de investigación, que suele durar cuatro años, y a continuación la preparación de la tesis doctoral, que puede prolongarse otros dos, y culmina con su defensa oral ante un tribunal.

En total, incluyendo la carrera, entre diez y doce años que no garantizan el acceso a un puesto en la investigación o la docencia.

«Cursar un doctorado significa permanecer en la universidad durante mucho tiempo sin que eso te aporte ning?n beneficio económico. Has de ser consciente de que vas a pasar unos cuantos años en los que necesitarás una fuente de sustento, pero al fin y al cabo estás haciendo lo que te gusta porque lo has elegido libremente», asegura Iván Lledó,doctorando de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

El camino es largo y difícil, pero no hay que ser catastrofistas, ya que para los profesionales con una alta cualificación, como la que poseen los doctores, siempre hay oportunidades de trabajo.

Las universidades son las primeras en ser conscientes de las dificultades que tienen los doctores de encontrar empleo, por lo que muchas disponen de servicios dirigidos a la orientación laboral de los estudiantes de doctorado.

Gabriela Gilbert, orientadora profesional del COIE (Centro de Orientación e Información de Empleo) de la Universidad Autónoma de Madrid, explica que el COIE se dirige por igual a todos los estudiantes de la UAM, pero en el caso específico de los doctores «tenemos una bolsa de empleo dedicada a ellos, en la que incluimos las ofertas de trabajo donde se requiere una mayor experiencia profesional».

B?squeda de empleo

En otras universidades, como en la Autónoma de Barcelona (UAB), la atención a los doctores se centra sobre todo en acciones de orientación y capacitación cuyo objetivo es prepararlos para trabajar en la empresa privada.

«Intentamos convencerlos de que tienen oportunidades fuera del mundo académico«, explica David Ruiz, responsable de comunicación de la Escuela de Postgrado de la UAB, «lo que supone orientarlos sobre las técnicas para buscar trabajo fuera de la universidad».

Se les explica desde cómo preparar un CV de tan sólo un par de folios, en lugar de los 10 o 15 que redactarían ellos bajo su perspectiva de investigadores, hasta cómo hacer un listado de sus habilidades personales y profesionales para destacarlas en las entrevistas de trabajo.

En algunos casos incluso se les recomienda que cursen formación complementaria en gestión y marketing, ya que una de las salidas laborales a las que pueden optar en la empresa privada es la de consultores de su ámbito de conocimientos, lo que requiere visión empresarial.

Miquel ?ngel García, coordinador de las jornadas doctorales de inserción laboral que organizan desde hace cuatroaños las universidades catalanas, asegura que los doctores poseen muchas de las habilidades y cualidades que más valoran las empresas.

Destacan la capacidad de análisis, el trabajo enequipo y por objetivos, el desarrollo de proyectos, la capacidad de innovación y de solución de problemas, la experiencia en realizar presentaciones y un alto nivel de idiomas.

Pero a veces ni siquiera son conscientes de ello, por lo que uno de los ejercicios que se lleva a cabo en las jornadas doctorales (las ?ltimas se celebraron entre finales de marzo y principios de abril) consiste en pedir a los participantes que las pongan por escrito.

Muchas empresas no se plantean contratar a doctores porque consideran que su cualificación es demasiado alta o está muy centrada en la investigación, pero si el doctor les presenta un proyecto interesante y se muestra como un profesional con visión de negocio sus posibilidades de ser contratado se multiplican.

Otra salida laboral de gran proyección la constituyen los centros universitarios que apoyan la creación de empresas formadas por investigadores y los proyectos de autoocupación diseñados por éstos.

La cada vez mayor red de servicios de creación de empresas que existe en toda España está favoreciendo el éxito de las iniciativas empresariales impulsadas por doctores, ya que previamente las supervisan expertos que analizan la viabilidad de cada proyecto.

Investigación y docencia

Investigar y dar clases en la universidad es la opción preferida por la mayoría dedoctores, pero también la más limitada, ya que España destina pocos recursos económicosa la investigación y las plazas de docente son escasas, pero las hay.

Quienes elijan esta salida deben saber que la cuantía del contrato de becario investigador es de tan sólo unos 800 o 900 euros al mes y dura alrededor de cuatro años. La cuantía del contrato de investigador es más alta, pero acceder a él también resulta más difícil: depende de la valía personal, la especialidad elegida y los contactos que se hayan hecho en la universidad.

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