El especialista en derecho de las nuevas tecnologías
asesora a empresas y particulares sobre las implicaciones legales
del uso de las tecnologías de la información. Sus funciones engloban
diversas áreas de actividad:
En el mundo de la empresa, los abogados especializados
en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) cumplen una función similar a la que han desarrollado siempre
los especialistas en derecho mercantil: asesorar a las compañías
sobre los aspectos jurídicos de sus operaciones.
Actualmente, la función clave del especialista
en derecho de las TIC es la asesoría preventiva: analizar
qué uso está haciendo la empresa de los datos de carácter personal
de que dispone y determinar si está incumpliendo alguna normativa.
Se trata de que la compañía sepa qué riesgos está asumiendo y
decida sobre ellos.
Una vez establecida la situación de la compañía
respecto al uso de la información, la función principal del abogado
será la de estudiar desde el punto de vista jurídico cada nuevo
proyecto tecnológico y, llegado el caso, defender a la
compañía ante cualquier acusación de ilegalidad.
¿Qué formación
necesitan?
Este profesional necesita una sólida formación
jurídica que le permita manejar los textos legales con agilidad.
Debe, además, conocer en profundidad todo lo relacionado con protección
de datos, confidencialidad de la información y propiedad
intelectual e industrial.
Los idiomas, y muy especialmente el inglés,
son también muy recomendables.
Lógicamente, para trabajar en el ámbito
de las TIC es imprescindible conocer el mundo de Internet.
Pero no hace falta ser un experto en cuestiones técnicas. No es
necesario, por ejemplo, saber cómo se ejecuta la programación
para Internet móvil, pero sí tener claro qué posibilidades de
comunicación ofrecerá ese nuevo soporte.
Una de las opciones para adquirir la formación
necesaria son los másters
y cursos de postgrado sobre derecho y nuevas tecnologías que
se han ido poniendo en marcha últimamente.
¿Qué cualidades
deben reunir?
La velocidad a la que se mueve el entorno de
las nuevas tecnologías requiere grandes dosis de dinamismo, capacidad
para tomar decisiones y, sobre todo, una adaptación constante
a los cambios.
¿Qué perspectivas
laborales tienen?
Actualmente, la principal actividad de estos
profesionales está en la protección de datos de carácter personal.
Ante las multas millonarias que ya ha impuesto la Agencia de Protección
de Datos, son muchas las empresas que están demandando especialistas
para ‘poner en orden’ sus ficheros: entidades financieras, operadoras
de telecomunicaciones y grandes empresas de servicios, principalmente.
La mayoría de compañías optan por externalizar
este servicio de asesoría, por lo que las mejores opciones para
los abogados con conocimientos específicos en nuevas tecnologías
son dos: ofrecerse a despachos tradicionales que necesiten expertos
en este área o poner en marcha su propio bufete.
El otro gran campo de actividad debería estar
en el comercio electrónico, pero la implantación del e-commerce
en España es aún escasa. De cómo evolucione esta actividad en
el futuro dependerá que se convierta en un auténtico yacimiento
de empleo para los juristas o tan sólo en un sector de actividad
más.
Por el momento, el Gobierno sigue adelante con
el anteproyecto de la futura Ley de Servicios de la Sociedad de
la Información y de Comercio Electrónico, que podría entrar en
vigor durante los próximos meses y clarificar el marco legal de
las transacciones electrónicas.
© Laboris
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