El 25 por ciento de las mujeres en paro lleva más de un año buscando empleo, frente al 16,6 por ciento de los hombres que se encuentran en esta situación, según un informe de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) y del Centro de Predicción Económica (Ceprede), en el que se constata que a ellas les cuesta más tiempo encontrar un puesto de trabajo.

Así, a medida que aumenta el tiempo dedicado a la búsqueda, el porcentaje supera cada vez a más distancia al de los hombres. El 22,6 por ciento de las mujeres en paro tarda en encontrar una ocupación entre uno y tres meses, porcentaje que en el caso de los varones se eleva al 26,9 por ciento.

El informe revela además que casi ocho de cada diez trabajadores con contratos a tiempo parcial son mujeres. De esta forma, se sigue constatando que ante sus obligaciones familiares o su responsabilidad en el cuidado de enfermos ellas tienen que trabajar a tiempo parcial. En concreto, el 98,7 por ciento de quienes trabajan con esta modalidad por el cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores son féminas. Lo mismo sucede para la atención de otras obligaciones familiares y personales.

No obstante, el principal motivo por el que un tercio de las que trabajan a tiempo parcial es el de no haber podido encontrar un empleo a jornada completa. El mismo argumento lo esgrimen el 37,6 por ciento de los hombres que tienen esta modalidad contractual.

En el estudio se pone de manifiesto que Cataluña es la única comunidad autónoma donde la tasa de paro femenina es inferior a la masculina. En el resto, las mujeres en paro superan a los varones, alcanzando la media nacional el 12,7 por ciento. Las regiones con menor tasa de desempleo femenina son País Vasco, Aragón y Cantabria, mientras que Extremadura presenta las peores cifras.

Las mujeres en paro se distribuyen casi a partes iguales entre el sector servicios, que aglutina al 46 por ciento de las mujeres en situación de desempleo, y las trabajadoras que buscan su primer empleo, que son el 42,1 por ciento. El 11,9 por ciento restante se distribuyen entre la industria, la agricultura y la construcción.

Esta distribución contrasta con la de los hombres, que se encuentra más repartida, sobre todo entre la construcción (sector que concentra al 31,3 por ciento de los parados masculinos), los servicios (27,1 por ciento) y aquellos que buscan su primer empleo (25,3 por ciento).

En lo que concierne a la temporalidad, la tasa femenina es 4,1 puntos superior a la masculina. La reducción generalizada de la temporalidad está teniendo mayor efecto en los hombres que en las mujeres, según Agett-Ceprede. Las comunidades que registran mayor temporalidad femenina son Extremadura, Andalucía y Murcia, coincidiendo con las comunidades que presentan una mayor temporalidad general. Por el contrario, la menor temporalidad para ellas se da en Cataluña, con bastante diferencia respecto al resto de regiones.

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