Con la entrevista de trabajo se pretende obtener más información sobre los datos del currículo, así como observar el comportamiento y expresión del candidato, ver si responde de forma inteligente, con originalidad e interés a todas las preguntas.

Estas son algunas recomendaciones prácticas para superar tu entrevista de trabajo con éxito:

La primera y fundamental es no llegar tarde. Se suele aconsejar acudir a la cita cinco minutos antes para aclarar ideas y calmar los nervios. Muéstrate tranquilo y relajado, el resultado será mejor. Antes de entrar con el entrevistador, respira hondo y mentalízate que vas a ofrecer lo que el interlocutor le interesa.

Da la mano con firmeza pero sin exagerar y mantén una sonrisa interior que muestre ilusión. Ve correctamente y profesionalmente vestido, de acuerdo a las características del puesto pero siempre sintiéndote cómodo con el atuendo.

Exprésate correctamente, sin prisa y sin interrumpir, y no demasiado. Permanece atento durante toda la entrevista. No cuestiones las preguntas del entrevistador y responde con naturalidad.

Controla los movimientos que muestren nerviosismo o ansiedad. El entrevistador podrá entender que estés nervioso pero valorará el control que tengas sobre ellos. No dudes de la capacidad de comprensión del entrevistador.

Muéstrate optimista y exprésate de forma clara, sin emplear un lenguaje rebuscado. Si durante el transcurso de la entrevista puedes aportar más datos favorables, comunícalos.

No trates de impresionar al entrevistador dando una idea de que estás al día y de vuelta de todo. Ten especial cuidado en no contradecirte, sé coherente. Observa las reacciones verbales y físicas del entrevistador.

No menciones detalles superfluos y haz hincapié en los beneficios que puedes aportar. Tómate tu tiempo, piensa bien las respuestas, permanece relajado y escucha con atención. Cuando más pronto te hablen del puesto, más conocerás lo que la empresa necesita en realidad y las respuestas podrán ser más directas.

Recuerda que tú también tienes preguntas que hacer. No sólo debes estar interesado en el puesto, sino que debes demostrarlo. No te quedes con dudas, pregunta lo que necesites saber en el momento adecuado. Lo que la empresa busca no es una persona que cobre un salario, sino un colaborador que aporte beneficios.

Las temidas pruebas de selección son sólo instrumentos que se utilizan en el proceso de recogida de información. Por eso, hay que presentarse a ellas con seguridad, tranquilidad y sinceridad, ya que van a reflejar aspectos sobre la persona que son necesarios para el puesto.

Si has planteado bien tu objetivo, te has informado, tomado una actitud positiva de colaboración, tendrás altas probabilidades de que el resultado de la selección sea satisfactorio.

El éxito de la vida profesional depende de cómo se enfoquen intereses, motivaciones y aptitudes, así como la capacidad para actuar y pensar de forma estratégica. Estar abiertos al cambio, disfrutar trabajando y tener una vida coherente te dará el éxito en la tarea que te pongas. Sé positivo, recuerda que la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito.

© Laboris – Redacción de Lectiva 7-1-2013