La experiencia, titulación o formación son factores que se valoran cuando se busca un candidato. También se tiene en cuenta, siempre en función del puesto que se trate, la capacidad de análisis, el interés por el puesto, la seguridad en sí mismo y el afán de la superación.

Los expertos aconsejan que en tu entrevista de trabajo te muestres amable y cordial, nunca frío, reservado e indiferente. Es mejor que mires a los ojos del entrevistador la mayor parte del tiempo, siéntate de forma correcta y cuida tu lenguaje corporal, cruza las piernas, no los brazos; no cruces las manos, mantenlas separadas; apóyate en el respaldo de la silla y no te inclines hacia delante; mueve las manos para recalcar puntos importantes. Habla de forma correcta y  no demasiado rápido, unas pausas harán que tu enunciado sea mucho más interesante.

En la mayoría de las entrevistas el candidato puede y debe hacer preguntas a su entrevistador, esto demostrará un mayor interés por el puesto. Sin embargo, ten cuidado; hay preguntas que no debes hacer en las primeras entrevistas. Por ejemplo: cuántos días de vacaciones tengo si me incorporo ahora, cada cuánto tiempo suben los salarios, qué tal lo he hecho.

Hay otras preguntas que sí es recomendable hacer y que te ayudarán a una valoración positiva, como: ¿me podría dar más detalles sobre los deberes y responsabilidades de este puesto?, ¿qué resultados más importantes estima que deberían conseguirse en los próximos meses? o ¿cuál es el estilo directivo y los requisitos de la empresa?

Los expertos en selección de personal afirman que no se pueden poner límites a los temas pero lo importante en realidad es la manera de plantearlos. En este sentido, uno de los aspectos más delicados de la entrevista de trabajo es el económico. A menudo, la gente piensa que es difícil hablar de la cuestión salarial en las entrevistas. No tiene por qué serlo, lo importante es quién debe plantearlo.

Algunos especialistas opinan que en una primera entrevista no debe hacerse alusión al tema salarial si el entrevistador no lo plantea porque puede dar idea de un mayor interés por el salario que por el puesto. En ocasiones no se selecciona a una persona por el simple hecho de ser muy reiterativa en esta cuestión.

© Laboris – Redacción de Lectiva 1-2-2013