En el mundo laboral nunca debemos dejar a un lado nuestra visión de la vida, lo que es realmente importante para nosotros, lo que nos gustaría hacer y por lo que nos gustaría ser recordados. No se trata de soñar con ser famosos ni de engañarse siendo poco realista, sino de todo lo contrario. Conocerse a uno mismo te permite abrirte a perspectivas inusitadas. Y es que, muchas veces, aunque parezca imposible, acabaremos ganándonos la vida haciendo precisamente aquello que nos gusta, a lo que dedicamos más tiempo, en lo que somos realmente buenos. Una de estas profesiones soñadas es la de probador de videojuegos.

Te apasionan los videojuegos, son una de tus principales aficiones y, cuando estás en casa o con amigos, a menudo te dedicas a ello. Entonces… ¿es posible? ¿de verdad te pagan por jugar? Exclaman muchos. Realmente es así: cuando eres bueno en algo, es muy probable que te acaben pagando por hacer eso que sabes hacer tan bien. Le has dedicado muchas horas sin pensar en ningún beneficio. Y tus padres jamás le encontraron ninguna utilidad. Ahora, vives de ello. Esto sucede con algunas profesiones que gustan y sorprenden no sólo por ser vocacionales sino también por ser totalmente nuevas.

Hace 30 años, nadie podía pensar que de mayor sería probador de videojuegos, simplemente porque tal profesión no existía y los videojuegos acababan de nacer. Se trata de una industria relativamente nueva que, como tal, ha originado nuevos puestos de trabajo. En nuestro mundo cambiante, esto es algo muy habitual. Sucede también en otros casos: los coolhunters son amantes de la moda y de las novedades que consiguen que les paguen por salir a la calle a tomar fotografías y notas sobre las tendencias emergentes y minoritarias. ¿Quién hubiera imaginado tal oficio hace tan solo 10 años?

Pero, en verdad, ¿qué es lo que hace un testador de videojuegos? Las funciones de este profesional se centran en encontrar posibles fallos en cada juego, en comprobar qué no funciona bien, qué maniobras no puede hacer el jugador, qué huecos han quedado por cubrir. Por ello, estos profesionales deben ser muy meticulosos. Nada puede pasarles por alto. El probador, tester o betatester de videojuegos, busca posibles fallos de desarrollo en el juego. Por eso, su forma de jugar no es la habitual, sino que lo hará de forma intensiva, llevando al juego a todas las situaciones posibles, repitiendo la misma jugada las veces que crea necesarias.

¿Qué se necesita?

Aunque no se requiere una formación específica para realizar este trabajo, suelen buscarse personas con capacidad y ganas de trabajar en equipo y que cuenten con algunas nociones básicas de programación. Además, por supuesto se te tienen que dar bien los videojuegos y deberás demostrar que dispones de una gran capacidad de observación y análisis. También es conveniente que saber idiomas, resultando imprescindible el inglés.

Por otro lado, no hay que engañarse. El trabajo es el trabajo y, por mucho que nos guste, siempre lleva implícitas una serie de obligaciones que no tenemos en el mundo del ocio. Por ejemplo, cumplir con los tiempos acordados es un requisito imprescindible en el mundo laboral. Eso sí, mejor responsabilizarse con algo que, al fin y al cabo, disfrutando unas veces más y otras menos, sabemos que siempre nos gusta y nos atrae.

Probablemente, después de dedicarte profesionalmente a los videojuegos, al acabar la jornada laboral ya no te apetezca jugar como antes… sin embargo, ¿para qué, si ya lo has estado haciendo durante horas? Pronto encontrarás nuevas aficiones, bien distintas, al aire libre quizás. Uno de los riesgos de este trabajo es la vista, pues se ven obligados a pasar muchas horas frente al monitor, además fijando a vista en él, por eso también es conveniente no pasar luego más tiempo realizando la misma actividad.

Ventajas del tester

El probador de juegos puede, según el acuerdo que tenga con la empresa que contrata sus servicios, trabajar desde casa. Esta puede ser una gran ventaja, sobre todo para la gente que valora la independencia por encima de la sociabilidad que ofrece el trabajo de oficina. Aún así, este punto depende de cada caso. Lo bueno es que hay opciones para elegir, lo que nos hará sentir más libres y realizados.

Actualmente hay más de 70 empresas y 3.000 personas que trabajan en el sector de los videojuegos en España, programando, escribiendo guiones, animando, doblando, elaborando manuales… Por otro lado, la venta de juegos y videoconsolas mueve cada vez más dinero en España y cerca del 20% de la población española es aficionada a los videojuegos siendo cada día mayor el número de mujeres que juegan. La de tester de videojuegos es, sin duda, una nueva profesión en alza.

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