Los que no sean agraciados físicamente tienen más posibilidades de sufrir bullying o acoso laboral que alguien que no lo sea, revela un estudio estadounidense.

Investigadores estadounidenses han demostrado que el bullying o acoso escolar se traslada en la edad adulta al ámbito laboral y está directamente relacionado con el aspecto físico de la persona como lo explica Muy Interesante. Los trabajadores menos agraciados se enfrentan con más frecuencia a este tipo de conductas agresivas. El físico juega incluso un rol más importante que la personalidad para determinar si se sufre maltrato psicológico en el lugar de trabajo.

Timothy Judge y Brent Scott entrevistaron a más de 100 trabajadores de un centro de salud sobre la frecuencia con la que eran tratados despectivamente por sus compañeros, a través de insultos, malos modos o burlas. A su vez, los trabajadores debían juzgar el aspecto físico de personas que no conocían a través de fotografías digitales.

Encontramos que los trabajadores poco atractivos tienen más probabilidad de sufrir actitudes groseras, irrespetuosas e incluso crueles por parte de sus compañeros. Esto se debe a que la sociedad  percibe como diferentes a los trabajadores atractivos y poco atractivos, y actuamos en base a esas percepciones en sus manifestaciones más hirientes”, afirma el profesor Judge, especialista en psicología laboral.

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