Además de los clásicos y el chino, el árabe, el japonés y el ruso llegan pisando fuerte.

La especialización es la que determina el futuro profesional de los trabajadores en el mercado laboral actual y ésa es precisamente la razón por la que cada vez son más los que apuestan por idiomas que podrían denominarse como “alternativos”. También son una opción para los amantes de los viajes que quieran acercarse a otras culturas a través de los idiomas:

Árabe: a destacar las distintas variantes lingüísticas en función del país porque, aunque la versión escrita es la misma, es lo que podría denominarse el árabe culto, el idioma que es hablado en Irak difiere del de Jordania, por ejemplo, aunque esto no impide que sea perfectamente reconocible entre unos países árabes y otros.

Además, es una salida profesional a considerar gracias al fenómeno de la inmigración.

-Japonés: el alumno consigue con los cursos acercarse al japonés con una correcta pronunciación, interpretando los caracteres de su alfabeto hasta llegar a hablar la lengua. Los centros que ofrecen este idioma prepararan a los alumnos que deseen presentarse al examen de nivel de japonés.

Ruso: tampoco es un idioma fácil para los hispanohablantes, ya que el alfabeto cirílico cuenta con 33 letras, 21 de ellas consonantes, diez vocales y dos letras sin sonido. Además los sustantivos, adjetivos y pronombres se transforman en un sistema de seis declinaciones.

Y sí, el chino es una inversión de futuro: es la lengua más hablada en todo el planeta, con cerca de mil millones de personas que se expresan con ella. Detrás aparecen el inglés y el español. Su repercusión en el mundo empresarial es evidente, razón por la que cada vez son más los que deciden completar su currículo con cursos de chino, algo que sonaba a chiste hace unos años pero que hoy en día se ha convertido casi en una necesidad para llegar a ser un profesional competitivo y con ganas de comerse el mundo.