Las vacaciones se acercan y con ellas la posibilidad de hacer otras cosas. Dejar nuestra ocupación actual no significa necesariamente que nos guste estar sin hacer nada. Al contrario, tenemos todo el tiempo libre del mundo para dedicarnos a aquello que nos apetezca de verdad. Y no son pocos los que deciden combinar el placer de viajar con el de estudiar. Las posibilidades son infinitas. ¿Te decides a explorarlas?

Irnos fuera a estudiar supone muchas cosas. Una, que las posibilidades de conocer gente nueva aumentan. Dos, que vamos a conocer el lugar donde vayamos desde otra perspectiva, más integrada con sus habitantes. Y tres, que nos vamos a llevar de este viaje un fantástico regalo: el haber aprendido algo nuevo que nos interesaba. Bien sean idiomas, un hobbie o algo relacionado con nuestra formación, el verano nos ofrece oportunidades de aprender disfrutando del tiempo de ocio.

Volver a la universidad
Igual que muchas de las universidades y centros de enseñanza españolas organizan cursos especiales para el verano, también las extranjeras lo hacen. Así, puedes aprovechar tus vacaciones para hacer ese curso que sólo se imparte en París, en Londres o en Nueva York. La mayoría de los cursos de verano están pensados para que tengan también su lado lúdico. Y es que estudiar en vacaciones está muy bien, siempre y cuando haya tiempo para relajarse y para disfrutar. Además, tal vez uno de estos cursos en centros de estudio extranjeros sea el toque que necesita tu currículum para ayudarte a dar un buen giro a tu carrera. Y no hay que olvidar que en todo curso se hacen buenos contactos que pueden abrirnos muchas puertas en nuestro futuro profesional.

Inglés en el extranjero
El verano es una época para la que solemos guardar todo aquello que tenemos ganas de hacer pero que las obligaciones diarias no nos permiten realizar. Sin embargo, esto no quiere decir que no saquemos provecho de este tiempo de ocio. A aquellos a los que les apasiona viajar les apetece especialmente aprender o mejorar un idioma sobre el terreno. No es que no se pueda aprender al lado de tu casa asistiendo a una academia, pero, quién lo duda, resulta mucho más estimulante si el curso lo haces en el país donde esa lengua se habla y en el que, al salir de clase, puedes salir a la calle a comprobar cómo mejor día a día tu nivel con el idioma. Una vez más, estarás disfrutando y preparando nuevas oportunidades laborales. Porque los idiomas, sean el que sean (y a veces cuanto más raro mejor) son una de las demandas más específicas en las ofertas de empleo y una de las razones que pueden decidir si te quedas o no con el puesto que deseas.

En España existen muchas academias que organizan cursos de verano especiales para el verano. Los encontrarás para todas las edades y para todo tipo de gustos: desde los que se mezclan con el deporte y la aventura hasta los que combinan el aprendizaje de idiomas con el conocimiento de una nueva cultura.

Prepararse para enseñar
Los meses de julio y agosto también son una época en que muchos maestros aprovechan para salir a hacer cursos que les van a servir para mejorar en su profesión. La transformación del mundo de la enseñanza hace necesario que muchos profesores tengan que reciclarse, tanto en cuanto a idiomas extranjeros a causa de la entrada del inglés en las aulas, como en lo referente al uso de las nuevas tecnologías de la comunicación o incluso en lo referente a conocer e incorporar nuevas metodologías de enseñanza. Inglaterra, Francia, Alemania y Portugal son algunas de las destinaciones más frecuentes, en cursos que muchas veces organizan las Comunidades Autónomas con el objetivo de mejorar la preparación de maestros y así elevar el nivel de la enseñanza pública.