Si comenzaste el año con el firme propósito de conseguir un empleo a lo largo de 2008, no dejes que el actual panorama económico (nada halagüeño) ensombrezca tus perspectivas. Si sabes prepararte de la manera más adecuada, tendrás una gran parte del recorrido resuelta. Y sólo te quedará dar con el puesto a tu medida y conquistar a la empresa que lo oferta.

Una de las empresas especialistas en este tema es la consultora de recursos humanos Randstad, quien te ofrece una serie de consejos útiles para facilitarte esta labor. El primero de ellos parte de la fijación de objetivos, es decir, tener claro qué tipo de empleo buscas, en qué modelo de organización y con qué condiciones laborales estás dispuesto a emplearte. Para conseguirlo, nada mejor que contestar a las tres ‘w’: qué quiero (what), cuándo lo quiero (when) y dónde (where).

Hay que «realizar un breve resumen de objetivos y un análisis de las condiciones laborales que estás dispuesto a aceptar, lo que facilitará la selección de opciones y permitirá a la persona enfrentarse con mayor claridad a este proceso», señala la coordinadora de Selección de Randstad, Carmen Aramendia.

La siguiente fase se centra en la identificación de fuentes, distinguiendo cuáles resultan más eficaces para nuestro perfil concreto. Para no quedarse corto, resulta conveniente ampliar el área de actuación: desde las empresas de selección hasta los contactos directos con las firmas, el uso de internet, de las redes de amigos, de los foros de empleo… Sin olvidarte de estar atento a los movimientos y demandas que tiene el mercado.

Herramienta básica

Tras estos dos pasos iniciales, llega la hora de concentrar nuestras fuerzas en lo que constituye la herramienta básica para el buscador de empleo: la redacción del currículo. Éste debe ser «claro, conciso, muy visual y con no más de dos páginas de longitud», según afirma desde Randstad Carmen Aramendia. «En él se deben incluir los principales logros profesionales en orden cronológico descendente y los conocimientos específicos asociados al puesto que estamos buscando».

Para no perder mucho tiempo, conviene que redactes una plantilla genérica, a partir de la cual, irás adaptando el modelo en función del puesto y la empresa para los que postules. La parte más importante será la relacionada con la experiencia relativa al empleo al que se opta. ¿Qué ocurre cuando se trata de tu primera experiencia laboral? En este caso, harás hincapié en las prácticas, becas o programas de voluntariado en los que hayas participado.

Una de las dudas más habituales cuando se redacta el historial es si deberíamos incluir nuestra fotografía. La coordinadora de Randstad sostiene que «su inserción no es obligatoria, pero siempre ha de ser profesional y correcta».

Proactividad

Tras preparar el currículo, lo envías a la empresa destinataria y no te quedas esperando a ver si te llaman sino que debes mostrarte como un candidato proactivo, realizando un completo seguimiento de tu candidatura. Tendrás que mostrarte interesado por el proceso, pero sin llegar a ser molesto para el seleccionador.

Cuando hayas enviado el currículo a través del correo electrónico, lo más adecuado es que mandes un nuevo mensaje preguntando por la valoración del mismo. Cuando has mantenido un contacto telefónico con la compañía, debes utilizar esta misma vía para cuestionarles cualquier punto: llámales directamente.

Otra alternativa lanzada desde Randstad es la de acercarse directamente a la empresa que te interesa, llevar tu currículo en mano y conseguir un primer encuentro.

El valor añadido, o lo que marca la diferencia

Aprende a venderte y conseguirás que la empresa se acuerde de ti y te tenga en cuenta a la hora de contratar nuevo personal.

Si te preguntan sobre tus habilidades y destrezas, nadie mejor que tú mismo para venderte. Pero, ante una empresa, debes saber explotar estas aptitudes, para conseguir que la empresa te distinga entre el resto de candidatos a un puesto.

Para Carmen Aramendia, coordinadora de Selección de Randstad, lo ideal es «no dar una imagen falsa, sino simplemente demostrar un interés claro y alto por el puesto y haciendo hincapié en aquellas habilidades que se pueden extrapolar al puesto». Explica a tu interlocutor por qué la empresa debe contratarte antes a ti que a otros candidatos, ofreciéndole un valor añadido.

Además, el candidato deberá mostrarse como una persona honesta, leal y con orientación al servicio de la compañía. También se valora mucho el compromiso por parte del futuro empleado, es decir, que la persona esté alineada con el negocio de la empresa.

Olvida completamente mostrarte como una persona con escaso interés, falta de energía o encubridora de datos. Afirmación esta última que es aplicable tanto a la redacción del currículo como a las entrevistas o durante cualquier fase del proceso.

El que la sigue…

Si tus primeras búsquedas laborales no acaban en buen puerto, no debes desanimarte en tu labor. Seguro que la insistencia te hará conseguir tu meta.

Si tras dar todos estos pasos, no consigues un puesto, no debes desanimarte. Como explican desde Randstad, no siempre resulta fácil conseguir un empleo a la primera de cambio, en muchas ocasiones porque tu perfil no se adecúa a lo que demanda la empresa. Esto no significa que tu manera de actuar haya sido errónea.

Y para no dejar una mala imagen en la empresa, siempre ha de cerrar con éxito la comunicación que mantengas con la misma. Porque igual no eres válido para el puesto al que postulas en estos momentos pero sí que sirves para los que surjan en el futuro. De ahí que Carmen Aramendia, coordinadora de Selección de Randstad, recomiende que se agradezca el haber podido participar en el proceso y dejar una puerta abierta para futuros contactos. Con una frase del tipo: «Espero que cuente con mi candidatura para próximas ocasiones».

Lo más importante es que te mantengas activo en el mercado, pese al esfuerzo que puede representar.

Como puntos fundamentales, desde Randstad señalan el hecho de mantenerte actualizado en cuanto a los puestos a los que quieres optar, tener un buen conocimiento de idiomas (que debes mantener) y conocer al detalle la formación específica del sector al cual te diriges.

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