La crisis por la que atraviesa España en estos momentos está afectando enormemente al empleo. Las cifras del paro no dejan de crecer y la inestabilidad laboral está a la orden del día. Esta realidad está haciendo que muchas personas se replanteen su vida profesional y decidan llevarla por otro camino más seguro. Pero, ¿lo hay? ¿Existe algo en la actualidad que pueda ‘prometer’ cierto equilibrio laboral? Sí, se llama empleo público.

Como sabrás, los funcionarios gozan de una estabilidad laboral de la que carecen los trabajadores del sector privado, quienes están supeditados a los vaivenes de la economía. Por otro lado, tienen interesantes retribuciones que dependen de factores como la antigüedad, nivel de puesto de trabajo y condiciones especiales. Así, están las básicas, que incluyen el sueldo, trienios y pagas extraordinarias, y las complementarias: complemento de destino, productividad o gratificaciones por servicios complementarios. Para que te hagas una idea, un funcionario del grupo A puede llegar a cobrar unos 30.000 euros anuales, uno del C, 20.000, y otro del grupo Agrupaciones Profesionales, 15.000 aproximadamente.

Otra de las razones por la que la gente se inclina por el empleo público es la posibilidad de promocionar, y es que de forma regular la Administración ofrece plazas para ascender a cuerpos y escalas superiores.

Respecto a al asunto de los derechos y permisos, todos sabemos que los funcionarios gozan de muchos más que el resto de los empleados. Ellos disfrutan de permisos retribuidos por asuntos propios, por cuidado de hijos menores de nueve años, traslado de domicilio, enfermedades, lactancia, exámenes… También cuentan con muchas ayudas económicas y mutuas de asistencia.

Y todavía no he hablado de la igualdad de oportunidades. En la Administración hombres y mujeres tienen el mismo sueldo, las mismas posibilidades depromocionar e idéntica jornada laboral. Algo que no sucede en el sector privado. Todo ello es posible gracias a la política de igualdad que el Gobierno aprobó hace un tiempo. Estas garantías ha hecho que la presencia de mujer se haya incrementado en los últimos años.

Este año, más plazas que nunca

Se han ofertado 35.895 plazas, repartidas entre Administración del Estado, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Fuerzas Armadas.

La Oferta de Empleo Público de 2008 pasará a la historia por ser la mayor convocada en España. En total, se han ofrecido 35.895 plazas.

De todas las vacantes ofertadas, 11.936 pertenecen a la Administración General del Estado. Estas últimas se han dividido en 5.796 para funcionarios de acceso libre, 4.869 de promoción interna y 1.271 de personal laboral. ¿Qué plazas se han convocado? Para los de turno libre, se está ofreciendo puestos de auxiliares administrativos, técnicos auxiliares de informática, agentes de Hacienda, ayudantes de instituciones penitenciarias y de gestión. En el caso de la promoción interna, quedan vacantes puestos de auxiliares administrativos, administrativos del cuerpo general y de la Seguridad Social y también de gestión.

Refuerzo de la seguridad

Respecto a las plazas convocadas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en 2008 se están reservando 5.075para el Cuerpo Nacional de Policía (5.000 de ellas para la Escala Básica) y 5.081 para el de la Guardia Civil. En las Fuerzas Armadas se han convocado, además, 5.684 puestos.

Por su parte, la Administración de Justicia está ofertando 6.113 plazas. De todas ellas, 1.662 pertenecen al Cuerpo de Auxilio Judicial, mientras que 2.242 son del de Tramitación Procesal y Administrativa y 1.342 corresponden al Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa. Otras plazas, aunque en cifras menores, están destinadas para médicos forenses, secretarios judiciales, ayudantes de laboratorio del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y facultativos y técnicos especialistas.

Algunos cambios

Ya no hay que ser mayor de edad para opositar, tampoco hay que esperar una eternidad para acceder al puesto.

2008 ha sido una época de cambios en lo que al empleo público se refiere. Y es que han variado, sobre todo, temas relacionados con los requisitos de acceso.

Antes para poder presentarse a una oposición se exigía una edad mínima de 18 años. Ahora el Estatuto Básico del Empleado Público deja constancia de que pueden también hacerlo los de 16 y 17.

En lo que se refiere a los discapacitados, durante muchos años este colectivo ha tenido reservadas el cinco por ciento de las plazas ofertadas. Desde 2008 este porcentaje ha pasado a siete, eso sí, la minusvalía debe ser igual o superior al 33 por ciento.

El tiempo de espera hasta ocupar el puesto de trabajo una vez aprobados los exámenes también se ha modificado. Los nuevos empleados públicos pueden ocupar su cargo el mismo año en el que se superan.

La rapidez también se ve en la información, y es que los interesados en cualquier convocatoria tienen la posibilidad de enterarse de fechas y demás a través de Internet, correo electrónico o mensaje a teléfono móvil.

Pasos a seguir

Hay que dar una serie de pasos antes de opositar, ¿sabes cuáles son?

Si muchos son los que aspiran a ocupar un puesto en la Administración Pública, la cifra de los que conocen realmente en qué consiste el camino hacia él desciende considerablemente. La Escuela de Estudios Adams señala que el primer paso lo constituye la preparación por parte del candidato. Por su parte, la Administración se encargará de comunicar en un principio las plazas que se convocarán para, después, publicar la oferta en el Boletín Oficial correspondiente.

Una vez hecha pública, los interesados deberán inscribirse y, posteriormente, comprobar si han sido admitidos en las listas que se publican tanto de forma provisional como definitiva. Después de anunciarse la fecha del primer examen y de realizarse, se publicará la lista de aprobados.

Si eres uno de los afortunados que se recojan en ella, deberás presentar los documentos necesarios y solicitar el destino que prefieras.

Y, finalmente, lo que siempre habías estado esperando: tunombramiento y la toma de posesión como funcionario de carrera.

La clasificación

En el Estatuto del Empleado Público se especifican los cuatro grupos de puestos públicos. Se dividen en función del título exigido.

A, B, C, D y E: así se clasificaban los grupos hace un año, pero esto ha cambiado. El Estatuto del Empleado Público ha modificado la clasificación de puestos públicos en función del título exigido.

Ahora existen los grupos A, B, C y las Agrupaciones Profesionales. Excepto el segundo y cuarto, el resto se divide a su vez en subgrupos. Pero vayamos por partes.

El Grupo A se estructura en A1 y A2, el primero es para licenciados y el segundo para diplomados. El B queda reservado para titulados técnicos superiores y en lo que respecta al C, se divide en C1, paran los candidatos con el Bachillerato, y en C2, para los graduados en ESO. Finalmente, las Agrupaciones Profesionales carecen de requisito de titulación.

Los organismos convocantes

Puedes optar a una vacante ofertada por la Administración General del Estado, por una autonómica o una local.

Las oposiciones también se clasifican según el organismo convocante. Las personas que tengan pensado opositar deben saber que tienen la oportunidad de optar a una plaza ofertada por la Administración General del Estado, por una autonómica o por la local.

Las vacantes que oferta el Estado son de ámbito nacional. En ocasiones, no se especifica la provincia o la región donde están las mismas, por lo que puede suceder que el que nuevo funcionario tenga que hacer las maletas para desempeñar su labor lejos de su casa.

Esto no les ocurre a los que se presentan a una plaza de la Administración Local, ya que los puestos están en el municipio al que pertenece el ayuntamiento o diputación provincial convocante.

Finalmente, el ámbito territorial al que se ven afectadas las plazas que saca a oposición la Administración Autonómica es el de la Comunidad Autónoma.El que supera la oposición desarrolla su labor en la ciudad donde está ubicada la sede de la institución para la que ha aprobado.

Diferentes pruebas

Los ejercicios de los que consta una oposición varían. Hay test, casos prácticos, temas a desarrollar…

A algunos se les da bien los exámenes tipo test, otros prefieren explayarse en un tema, hay quien lo daría todo para que le tocara un caso práctico… En asuntos de opositar lo mejor es que se dé bien todo. Y es que las pruebas son diferentes según la convocatoria.

Generalmente, las oposiciones del Grupo A (te recordamos que está dividido en dos subgrupos, A1 y A2, y que ahí entra el antiguo B) incluyen un cuestionario tipo test sobre el programa, la redacción de un tema genérico relacionado y un caso práctico.

Las convocatorias del subgrupo C1 (antes C) cuentan con dos test; uno psicotécnico y/o cultural y otro con preguntas sobre el temario. También incluye casos prácticos.

Del mismo modo, a los del antiguo grupo D, ahora C2, se les pide superar esos dos test pero no tienen caso práctico, en su lugar hay una prueba de mecanografía y otra de informática.

Finalmente, los que opositen por el grupo Agrupaciones Profesionales (anteriormente denominado D), además de la prueba psicotécnica y/o cultural, deben acertar unas preguntas sobre el programa y un ejercicio específico del cargo al que aspiran.

¿En cuánto tiempo me la preparo?

Depende del hábito de estudio y del temario, entre otras muchas cosas. No obstante, se puede tardar en aprobar entre nueve meses y dos años.

El tiempo que pasa desde que un opositor coge por primera vez un libro hasta que aprueba no se puede decir, ya que hay muchos factores que influyen. Obviamente, una persona que dedica más horas al estudio, que es constante y se organiza mejor tardará menos que otra desorganizaba y con menor hábito de estudio. También influyen el contenido del temario, el tipo de exámenes o el sistema de selección.

El Centro de Estudios ADAMS ha hecho una estimación guiado por su larga experiencia en preparar opositores. Estecentro es uno de los más veteranos de nuestro país. «Podríamos decir que en torno a nueve meses es un tiempo en el que los aspirantes podrían preparar oposiciones para puestos como subalternos, auxiliares administrativos o administrativos. Si nos referimos a oposiciones del grupo A, hablamos de unos dos años de preparación. No obstante, hay que decir que hay aspirantes que aprueban en un tiempo inferior y otros que lo consiguen en siguientes convocatorias».

¿Funcionario o personal laboral fijo?

No todos los que trabajan en la Administración son funcionarios, allí trabaja también personal laboral fijo. El problema es que la palabra ‘funcionario’ se está utilizando como genérica y esto es un error.

El personal laboral fijo está contratado por la Administración de acuerdo con la legislación laboral. El funcionario desempeña servicios de carácter permanente, figura como trabajador en plantilla y cuenta con un sueldo fijo con cargo a los Presupuestos de la Administración correspondiente.

Por otro lado está el personal estatutario, que son empleados al servicio de la Sanidad Pública (médicos, personal sanitario no facultativo y personal no sanitario). Se rigen por un estatuto o marco de regulación jurídica diferente a los anteriores por las características específicas de las profesiones sanitarias y del servicio sanitario-asistencial.

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