¿Hay que estudiar en verano? Sí, si se trata de hacerlo para aprovechar mejor el tiempo libre que tenemos por delante. Un curso de surf o de vela para los amantes de la playa; uno de escalada para los que prefieran la montaña, otro de cuenta cuentos o de manualidades para los más sedentarios… Elige tu curso de verano y recuerda: nunca es tarde para aprender a disfrutar más de nuestro tiempo de ocio.

El jugo del verano

Sacarle todo su jugo a las vacaciones va más allá de la tranquilidad y de las largas siestas. Dependiendo de dónde pases las vacaciones vas a encontrar una larga oferta de cursos para sacar una mayor diversión a tus horas libres. Si lo que te van son los deportes y la montaña, puedes buscar una escuela de escalada. Elige tu nivel, desde principiante a experto, y déjate llevar por las emociones fuertes. Otras opciones son practicar el senderismo, las rutas a caballo o incluso la espeleología.

Si por el contrario te encuentras cerca de la playa, puedes acercarte a una escuela de deportes acuáticos. Allí se ofrecen cursos de vela, windsurf, pesca, buceo, kayaks o piragüismo. En definitiva, en cualquier lugar por todo el país, vas a encontrar actividades multiaventura en las que puedas disfrutar al aire libre de la naturaleza, de la velocidad y del turismo activo y deportivo.

También existen campamentos especializados en estos deportes en los que puedes pasar una semana o 15 días practicando de forma intensiva el deporte que hayas elegido. Los hay para niños, jóvenes y adultos. Incluso puedes encontrar campamentos deportivos que combinan la aventura con la práctica diaria del inglés.

Ocio sedentario y creativo

Los que prefieren unas actividades más sedentarias también encontrarán el curso a su medida. Por ejemplo, en las clases de manualidades: bordados, marionetas, modelado con arcilla, vidrios decorados, máscaras, collares, bricolaje, restauración, pintura, escultura, grabado, cómic, teatro… En cuanto empieces a buscar te sorprenderás de la gran variedad entre la que puedes escoger. Finalmente, elijas lo que elijas, aprenderás a elaborar tus propias creaciones, explorar tu faceta más artística y ampliar tus horizontes creativos.

Por otra parte, para los niños se trata de una buena oportunidad para descubrir sus habilidades artísticas y sus preferencias antes de decidir qué actividades extraescolares pueden realizar durante el próximo curso 2010-2011. Así, sin la presión del estricto horario del colegio, pueden divertirse a la vez que empiezan a descubrir sus gustos personales. Y no hay que desdeñar la necesidad de matar el terrible aburrimiento que acosa a los más pequeños en cuanto terminan el colegio y que les puede llevar a una dependencia excesiva del televisor.

Verano urbano

Si pasas parte del verano en la ciudad, las posibilidades de cursos para potenciar el ocio son asimismo muy variadas. Acércate a un centro cívico, al ayuntamiento, a un centro de cultura o a las escuelas y bibliotecas del barrio así como a la universidad. Desde cursos de música y creación musical hasta cuentacuentos pasando por la literatura, hay clases para todas las edades. Además, se organizan grupos de trabajo, lecturas, debates y conferencias acerca de los temas más diversos, desde la arqueología hasta la cultura urbana. También se ofrecen ocasiones de ponerse al día en tecnología informática, aprendiendo a usar nuevas herramientas y programas adquiriendo así unos conocimientos que luego durante el año vas a agradecer. Y es que los cursos de verano tienen la facultad de ampliar horizontes: hacen posible que llegues a conocer capacidades, facetas e intereses que están en ti pero que ni tú mismo sabías que tenías.