¿Qué es el maridaje de vinos?, ¿qué esperamos encontrar en la habitación de hotel ideal?, ¿cuál es el secreto para crear un buen cocktail?, ¿cómo se aplican las nuevas tecnologías en el sector de la hostelería?

 

Todas ellas son preguntas que pueden despertar nuestra imaginación y que demuestran que, en hostelería, todavía queda mucho territorio por explorar. Por esto lo más buscado actualmente en el sector es la imaginación. Imaginación para descubrir nuevos mercados, para dejar satisfecho al cliente, para crear nueva demanda y fidelizar a la ya conocida. ¿Preparados para sorprender?

 

Si la imaginación es importante, también la especialización es un factor clave en el ámbito de la hostelería. De hecho, la combinación de ambas es lo que puede decidir el éxito o el fracaso de una empresa de un terreno en el que la capacidad para satisfacer y sorprender al cliente son elementos decisivos. Para alcanzar la posibilidad de realizar esta combinación, la formación es básica. Los cursos, diplomaturas, másters y postgrados son una buena herramienta para prosperar en la carrera orientada a los servicios de hoteles y restauración. Por ejemplo, la especialización en pastelería y repostería, o en un tipo de cocina tradicional o novedosa, exótica o propia, o el conocimiento profundo de una cultura determinada, nos ayudarán a concretar nuestra oferta y dirigirnos a satisfacer exactamente los deseos de nuestro cliente objetivo, al que podremos ofrecerle mucho más que un servicio; podremos darle experiencias únicas e inolvidables.

 

Esta especialización también servirá de ayuda, además de al conjunto de la empresa, a la elaboración de nuestro propio plan de carrera. En este sector, las faenas son muy variadas y los niveles de preparación se van sucediendo a lo largo de todo el proceso de trabajo, desde las primeras prácticas en el sector realizadas durante los estudios, hasta el momento de la jubilación, transformando de paso nuestros objetivos laborales. Además, debemos tener en cuenta que se trata de un sector en continuo proceso de cambio, en el que siempre se debe luchar por adaptarse a los gustos y necesidades del cliente, que dependen de las diferentes modas, de la cultura y de los movimientos económicos y sociales.

 

Por ejemplo, realizar un postgrado o un máster en dirección hotelera te puede permitir reorientar la propia carrera y mejorar tu situación, aprovechando a la vez la experiencia acumulada de años trabajando en diferentes puestos dentro de la estructura de un hotel. También puedes especializarte en organización de eventos y protocolo, algo imprescindible en toda cadena hotelera, además de en organización de fiestas, congresos, cruceros, etc.

 

Formación multidisciplinar

 

Si lo tuyo es la cocina, también debes ser consciente de que se trata de un campo con un alto grado de especialización y cada vez más influido por las nuevas tecnologías. Puedes optar por realizar cursos en España y también alternarlos con viajes y estudios en el extranjero, que te ayudarán a enriquecer tus conocimientos culinarios con diferentes modos de acercarse a la cocina. También puedes ser especialista sumiller, experto en servir vinos y licores. Por otro lado, puedes formarte en nuevas tecnologías aplicadas a la restauración. Una formación multidisciplinar es especialmente requerida en momentos de cambio como el actual. Aspectos claves hoy en día son los conocimientos de nutrición, salud y alimentación, que pueden permitir ofrecer a la clientela de un hotel o de un restaurante no solamente un placer para los sentidos sino también una alimentación sana y saludable. 

 

Por otro lado, los idiomas serán siempre un factor de mejora de tu situación laboral, pues son un elemento muy valorado en casi todos los trabajos de atención al cliente. Principalmente, el inglés, puesto que el Reino Unido sigue siendo el primer mercado emisor a España, seguido  del turismoalemán y el francés. En este sentido, existen cursos específicos para los idiomas turísticos