No es, ni mucho menos, una pieza de teatro pero la entrevista de trabajo consta de las mismas partes que aquélla: apertura, nudo y desenlace. La apertura se corresponde con la preparación previa de la cita; el nudo, con el propio desarrollo de la entrevista, y el desenlace, con la despedida y el seguimiento posterior. Te explicamos cómo preparar cada una de las fases para tener éxito en tu entrevista.

La entrevista de trabajo es considerada como el punto clave del proceso de selección en el que la empresa se decide por uno u otro candidato. Por ello hay que acudir a ella con todo bien atado, de forma que se consiga superarla y se acceda al puesto ofertado. Una buena técnica consiste en pensar en ella como un encuentro dividido en tres fases diferentes: el antes, el durante y el después, cada uno de los cuales tendrá que prepararse de forma individual.

Antes de acudir a tu entrevista conviene realizar una pequeña investigación sobre la compañía, recopilando datos sobre la organización, sus valores, sus puestos vacantes y los productos o servicios que ofrece.

A continuación, tendrás que realizar un autoanálisis personal, es decir, pensar sobre tus habilidades, intereses y metas profesionales. ¿Qué preguntas debes hacerte? Si eres compatible con el puesto solicitado, si te adaptarás bien a la cultura empresarial de la compañía o cómo tus conocimientos pueden beneficiarte en el desempeño del puesto. Si los defines claramente todos estos puntos, podrás convencer al entrevistador de que se es la persona más idónea para cubrir las necesidades de la empresa.

Un punto muy interesante antes de acudir a la entrevista es el de la práctica del encuentro. Si te muestras desenvuelto durante esta cita, causarás una favorable impresión en el seleccionador.

Y para practicar, nada mejor que realices una entrevista de prueba, es decir, pedirle a un amigo que te someta a una serie de preguntas (las que creas que te pueden realizar durante la entrevista), de forma que cuando llegue la conversación real no exista cabida para los nervios, los fallos o los olvidos.

El último elemento previo a la entrevista que no debes dejarte en el aire es el de la apariencia externa. Siempre hay que elegir la ropa que aporte un aspecto profesional. En el caso de los hombres, el traje clásico y la corbata serán elementos imprescindibles, mientras que las mujeres pueden recurrir a un traje chaqueta y limitar los complementos.

[Aprende a hablar en público]

• Requisitos de acceso

Cuando llega el momento de acudir a realizar la entrevista debes empezar por ser puntual: siempre debes acudir a tiempo a la cita. Desde el momento en que entras en la empresa, hay que considerar que has comenzado la entrevista porque la propia recepcionista puede estar observando tu comportamiento para luego informar a sus superiores. Por lo tanto, debes ser educado con la persona que te reciba en primer lugar y dejarle una buena impresión.

El siguiente paso es el del encuentro cara a cara con el seleccionador. Cuando llegas a este punto debes tener muy claros tus argumentos. A lo largo del encuentro, hay que ser consciente del lenguaje corporal, que puede revelar más de lo que se expresa con palabras. Como consejos fundamentales debes sostener la mirada (sin llegar a excesos), mantener la postura correcta en la silla, evitar una gesticulación excesiva y no hablar demasiado rápido.

Cuando llegas s la tanda de preguntas, tienes que mostrarte preparado para responder a cualquier tipo de cuestión. Antes de contestar de forma precipitada, párate a pensar por qué se realiza esa pregunta concreta y qué respuesta está buscando el seleccionador.

• Agradecimiento final

Debes agradecer el tiempo empleado, independientemente del resultado de la entrevista. Si no te informan sobre el momento en el que decidirán al respecto de la candidatura, pregunta sobre el siguiente paso en el proceso.

Una vez en casa intenta anotar los temas más importantes que salieron a relucir durante tu entrevista y escribe también una carta al entrevistador, reiterando el agradecimiento por recibirte y remarcando el interés por el puesto a cubrir.

 

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