La empleabilidad es la capacidad que tiene una persona de acceder a un puesto de trabajo y de mantenerse en él, o de reorientarse a otro en caso de que no pueda o no desee seguir en el primero. Para ser empleable tienes que poseer los conocimientos y las competencias demandados por los empleadores para cubrir un determinado perfil y ser capaz de transmitir adecuadamente un mensaje específico al mercado. No hace falta la magia, sino esfuerzo.

En un momento de gran competencia en el mercado de trabajo las organizaciones intentan identificar cómo es cada uno de los candidatos que optan a integrarse en su organización, y al mismo tiempo determinar sus competencias, sus motivaciones y finalmente su capacidad para relacionarse en los contextos formales e informales, de gestionar conflictos, de reaccionar ante el stress, etc. Estos aspectos competenciales y motivacionales, sumados a los factores que dependen estrictamente del mercado laboral (equilibro entre oferta y demanda) y de las corrientes sociales (genero, edad, diversidad, etc) hacen que la empleabilidad dependa tanto de factores que un profesional puede controlar como otros de carácter ajeno y en los que resulta muchas veces imposible de incidir.

En los últimos tiempos, en los que poseer una titulación o cualificación no asegura el éxito profesional, un factor determinante para la empleabilidad es la posesión de competencias digitales.

Cómo aumentar tu empleabilidad

Según los expertos, en los próximos años se producirá un aumento de la “economía de los pequeños encargos” en la que los profesionales serán contratados puntualmente para un proyecto concreto.

Para cubrir esos perfiles se buscarán expertos en una determinada área que aporten su conocimiento y su experiencia y, una vez que la aportación del trabajador ya no sea necesaria, se romperá la vinculación. Por lo tanto, dependerá de los profesionales cualificarse constantemente para destacar sobre su competencia, por lo que el reciclaje laboral y el estar en continua formación se han convertido en aspectos básicos en el mundo laboral.

No llamar a todas las puertas, sólo a las que haya más oportunidades de abrir

Los reclutadores de las empresas muchas veces salen a la “la caza del talento”, pero la mayoría de ellas esperan a que llamen a su puerta. Antes de salir a buscar trabajo o de mandar miles de currículums, haz un estudio de tus puntos fuertes y de aquellas cualidades en las que destacas. En base a éstas, observa en qué sector del mercado puedes tener más oportunidades.

Cierra más el círculo escogiendo y estudiando algunas de las empresas en las que puedas ser necesario y concierta una entrevista para vender lo mejor de ti mismo.

La cultura empresarial también importa

Cuando vayas a una entrevista de trabajo, aparte de tus conocimientos y habilidades, los reclutadores van a fijarse también en si te involucrarás en el ambiente, en la cultura de esa empresa.

En esos minutos observarán si te sentirás a gusto en el día a día, si colaborarás con tus compañeros, si serás capaz de trabajar en equipo, si te adaptarás a esa cultura que marca la diferencia con su competencia.