Tu currículum es una de las mejores herramientas para acceder a un trabajo, es la llave que abre todo proceso selectivo de una empresa. Es la primera información que recibe la empresa acerca de ti, así que debes cuidarlo al máximo para que cumpla su objetivo.

La mayoría de recién titulados se quejan de que las empresas no quieren contratarlos porque les falta experiencia, pero si no logran un contrato, no pueden adquirirla. Es el pez que se muerde la cola. Pero, ¿qué ocurre cuando un aspirante posee una cualificación muy alta? A priori es un buen candidato para ocupar un puesto similar al que ya tiene, pero si la oferta de empleo en su sector es escasa y desea optar a posiciones donde no es necesario un nivel tan alto de cualificación, probablemente su candidatura será rechazada.

¿La razón? Que la empresa considere que el puesto se le va a quedar corto o quien haya de ser su jefe directo esté poco cualificado y vea en esa persona una amenaza. Lo que normalmente sucede en estas ocasiones es que el candidato baja el nivel del puesto al que aspira, hasta el punto de que su cualificación excede notablemente los requisitos mínimos del mismo. Y cuando el responsable de recursos humanos recibe el currículum, lo puede rechazar precisamente por este motivo. [Ver cursos de recursos humanos]

Estrategias para ser elegido

Una buena forma de afrontar esta peculiar situación es evitar un envío masivo de currículums a los departamentos de recursos humanos, ya que los cientos de historiales que reciben suelen ser sometidos a una primera revisión superficial. Una vez que el seleccionador vea los numerosos extras que adornan el documento, seguramente se decidirá por calificarlo como no apto.

La solución se encuentra en intentar contactar con el responsable del proceso directamente, bien a través del teléfono, email o escribiéndole una carta, en la que no incluiremos el currículum (para evitar la situación anteriormente mencionada). Este primer contacto servirá para despertar el interés del contratador, sin asustarle con un exceso de formación o experiencia. La siguiente fase de este proceso será el envío del historial, que ya no será visto igual.

Otra buena técnica radica en conseguir toda la información que se pueda sobre la empresa y el puesto ofertado, de forma que uno sepa cuáles son las características que debe tener la persona que ha de ocuparlo. Si se sobrepasan los requisitos exigidos, es mejor sólo mostrar aquéllos que encajan con el perfil solicitado, sin necesidad de mencionar los demás en un primer momento. Luego, según avance el proceso de selección, ya habrá tiempo para que salgan a relucir.

Cuando llegue el momento de enviar el currículum hay que procurar resumir toda la información relevante en una sola página. Los datos pueden quedar más escasos pero siempre hay que evitar distorsionar la realidad. El modelo más adecuado es aquél en el que los datos más importantes se detallan en la parte superior del folio y los títulos que pueden abrumar al lector, o impresionarle negativamente, se relegan a las posiciones más inferiores, sin enfatizarlos en exceso. Pero, obviamente, siempre han de estar presentes.

Tras superar la prueba del currículum, llegará la ocasión de tener una entrevista en persona con el seleccionador. Durante la misma puede surgir la duda, por parte del interlocutor, de si una cualificación excesiva no puede ser un problema en el desempeño del puesto. La mejor respuesta es aducir que la experiencia y los conocimientos adquiridos durante la trayectoria profesional son una ventaja para el futuro desempeño en la empresa.

En este punto del proceso, los seleccionadores pueden sacar a relucir una serie de objeciones contra la candidatura, del tipo: «Te aburrirás muy rápidamente», «No estarás conforme con el salario» o «Te irás a otra empresa tan pronto como tengas una mejor oferta».

Como norma general, las empresas no son partidarias de contratar a personal muy cualificado, ya que creen que, cuando la situación de la economía mejore, perderán a este personal. Por lo que hay que ser capaces de convencerles de todo lo contrario. Si te comentan que el trabajo puede ser humillante para alguien con tu perfil, debes dejar claro que eres una persona que consideras que el simple hecho de poder trabajar ya es un privilegio, independientemente del trabajo a realizar.

Para conseguir una buena reacción por parte del seleccionador, toma la iniciativa y hazle preguntas que puedas contestar en tu beneficio. Así, puedes animarle a preguntarte sobre cualquier cuestión que necesite para que se convenza de que eres la persona más adecuada para el puesto ofertado.

Aquellos temas que consideres más controvertidos debes tenerlos muy en cuenta y estar preparado para afrontar cualquier cuestión al respecto. Lo mejor: que practiques en casa antes de acudir al encuentro, para que no te quedes con la mente en blanco o no sepas qué contestar. Pero sobre todo, sé sincero. Intenta conseguir el empleo sólo si realmente te motiva aunque esté por debajo de tu cualificación.

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